“Costa Rica recibe segundo vuelo de 65 migrantes de EE.UU.”

Costa Rica recibe segundo vuelo de 65 migrantes de EE.UU.

El pasado 25 de febrero, Costa Rica recibió un segundo vuelo con 65 migrantes deportados desde Estados Unidos, sumándose a los 135 que llegaron el 21 de febrero. Este nuevo grupo de migrantes, que incluye 16 niños, arribó al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría en Alajuela, continuando con el acuerdo establecido entre el Gobierno de Costa Rica, liderado por el Presidente Rodrigo Chaves, y la Administración de Estados Unidos.

Origen y Composición del Grupo

Los migrantes deportados en este segundo vuelo provienen de diversas regiones, incluyendo Asia, África, Medio Oriente, Rusia y Georgia. Al igual que en el primer vuelo, la composición del grupo refleja una significativa presencia de familias completas. El director de Migración y viceministro de Gobernación, Omer Badilla, destacó que “todos los pasajeros tienen una connotación familiar”, descartando la presencia de menores de edad no acompañados[1][3][4].

Recepción y Acomodación

Tras su llegada, los migrantes fueron trasladados en autobuses a Corredores, una ciudad situada al sur de Costa Rica, fronteriza con Panamá. Allí, serán alojados en el Centro de Atención Temporal para Migrantes (CATEM), un albergue gubernamental donde serán custodiados por policías. Este centro es financiado por Estados Unidos, con fondos administrados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otras agencias de Naciones Unidas[1][3][5].

Proceso de Deportación y Retorno

El Gobierno de Estados Unidos investigó y analizó a cada persona antes de su deportación, asegurando que no se encontraron alertas de seguridad entre los pasajeros. La Dirección General de Migración de Costa Rica emitió una resolución que regulariza la situación de los migrantes durante 30 días, período en el cual se gestionarán los retornos voluntarios a sus países de origen. Según Badilla, “la mayoría de los deportados desea regresar a su país de origen”, y se evaluarán casos particulares de manera puntual[1][3].

Contexto Político y Geopolítico

La recepción de estos migrantes es parte de una colaboración mutua entre Costa Rica y Estados Unidos, que ha generado debate en el ámbito político. El Presidente Rodrigo Chaves ha defendido esta colaboración, argumentando que “Estados Unidos nos está tratando muy bien y nosotros a ellos también, porque somos colaboradores cercanos”. Esta relación se ha intensificado especialmente después de la visita del Secretario de Estado Marco Rubio a San José, donde se resaltó la gestión del mandatario costarricense en prohibir el desarrollo de tecnologías 5G por empresas chinas en el país[1].

Implicaciones y Reacciones

La decisión de Costa Rica de actuar como “un país puente” en la política antiinmigratoria de la Administración Trump ha sido criticada por varios sectores. Expertos en relaciones internacionales, como Carlos Murillo de la Universidad Nacional, han señalado que esta relación responde a la confrontación geopolítica entre Estados Unidos y China, y al estilo de la doctrina Trump basada en el soberanismo y beneficios directos. Murillo ha cuestionado por qué el Presidente Chaves cede tan fácilmente a las exigencias de Trump, subordinando su política comercial y asuntos domésticos sin claridad sobre los beneficios recíprocos[1].

Futuro de los Migrantes

Con la llegada de este segundo grupo, Costa Rica ha recibido un total de 200 migrantes deportados por Estados Unidos, cumpliendo así el acuerdo inicial. Sin embargo, no se ha descartado la posibilidad de que Costa Rica continúe sirviendo como “un país puente” en el futuro. La atención y el seguimiento a estos migrantes serán cruciales en los próximos días, especialmente en lo que respecta a sus procesos de retorno y cualquier caso particular que requiera una evaluación adicional[1][3][4].

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WhatsApp
Tiktok
¡La URL se ha copiado correctamente!