Honduras Mejora Decomisos pero Lucha Contra la Corrupción
Avances y Desafíos en la Lucha Anticorrupción
Honduras, un país que ha enfrentado históricamente problemas estructurales de corrupción, violencia y pobreza, ha mostrado algunos avances en la lucha contra la corrupción, aunque aún enfrenta significativos desafíos en este ámbito.
Decomisos y Avances Legislativos
En un esfuerzo por combatir la corrupción, el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro ha logrado algunos avances notables. Se ha derogado la Ley de Secretos, lo que ha permitido una mayor transparencia en la gestión pública[1].
Además, se han eliminado fideicomisos corruptos que manejaban aproximadamente 181 mil millones de lempiras, una medida que busca reducir la opacidad y el mal uso de fondos públicos. Estos fideicomisos eran conocidos por su falta de transparencia y su potencial para la corrupción[1].
En el ámbito legislativo, el Congreso hondureño ha derogado algunas leyes que obstaculizaban las investigaciones sobre corrupción. Sin embargo, todavía existe una ley que prohíbe cualquier tipo de sanción contra los diputados por acciones realizadas “en el ejercicio de sus funciones”, lo que limita la efectividad de las investigaciones anticorrupción[3].
La Lucha Contra la Corrupción: Desafíos Persistentes
A pesar de estos avances, la lucha contra la corrupción en Honduras sigue siendo un desafío significativo. La corrupción sistémica y la interferencia política en el sistema judicial son problemas profundamente arraigados. La independencia judicial remains un objetivo lejano, ya que la influencia política en el sistema judicial continúa afectando la imparcialidad de los procesos legales[3].
La Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH)
Una de las iniciativas más prometedoras es la propuesta de establecer una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH) en Honduras. La Presidenta Castro presentó un segundo borrador de acuerdo para esta comisión al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Esta comisión tendría la autonomía para procesar casos de corrupción de alto perfil, proponer cambios legislativos y capacitar a funcionarios hondureños para reforzar la lucha contra la corrupción. Sin embargo, el progreso en el establecimiento de la CICIH ha sido lento[3].
Apoyo Internacional y Sociedad Civil
La Unión Europea ha lanzado una convocatoria de propuestas para apoyar a la sociedad civil en la lucha contra la corrupción en Honduras. Este esfuerzo busca empoderar a las organizaciones de la sociedad civil para que se involucren activamente en la defensa, supervisión y procesos de toma de decisiones que promuevan la buena gobernanza, transparencia y rendición de cuentas a nivel municipal, departamental y nacional[2].
Casos de Corrupción de Alto Perfil
Recientemente, se han producido renuncias de figuras políticas debido a escándalos de corrupción. Carlos Zelaya, cuñado de la Presidenta Castro y diputado, renunció tras admitir haberse reunido con narcotraficantes en 2013. Su hijo, quien era ministro de Defensa, también renunció. Estos incidentes destacan la necesidad de una lucha más efectiva contra la corrupción y la impunidad en el país[3].
Estado de Excepción y Derechos Humanos
Honduras ha estado bajo un estado de excepción desde diciembre de 2022, lo que ha suspendido derechos como la libertad de asociación y reunión, y el derecho a ser informado del motivo de una detención. Aunque este estado de excepción se implementó para combatir la extorsión y otros delitos, ha generado preocupaciones por abusos y violaciones de derechos humanos. La OACNUDH y el Comité de Derechos Humanos de la ONU han expresado su inquietud por el uso prolongado de este estado de excepción sin una política integral de seguridad pública basada en los derechos humanos[3].
Desafíos Económicos y Sociales
Además de los desafíos en la lucha contra la corrupción, Honduras enfrenta significativos problemas económicos y sociales. El país tiene uno de los niveles más altos de desigualdad de ingresos en América Latina, con un índice de Gini de 0.51 en 2023. La pobreza y la pobreza extrema siguen siendo problemas críticos, con el 64% de la población viviendo por debajo de la línea de la pobreza y el 41.5% en pobreza extrema en 2023[3].
La educación es otro área de preocupación, con tasas de asistencia escolar considerablemente más bajas en las zonas rurales. Solo el 56% de los niños entre 12 y 14 años, y el 28% de los entre 15 y 17 años, asistían a la escuela en 2023. El analfabetismo también constituye un problema significativo, afectando a más del 31% de las personas mayores de 60 años y más del 13% de las personas mayores de 15 años[3].
Violencia y Seguridad Pública
Honduras se encuentra entre los países más violentos del mundo. En 2023, se reportaron 3,035 homicidios, lo que representa una tasa de 31 homicidios por cada 100,000 habitantes. Aunque se ha observado un descenso del 26% en los homicidios entre enero y septiembre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023, la violencia sigue siendo un problema grave. La tasa de femicidios es particularmente alta, con aproximadamente 7 femicidios por cada 100,000 mujeres, la más alta en América Latina y el Caribe[3].
En resumen, aunque Honduras ha logrado algunos avances en la lucha contra la corrupción, especialmente en términos de decomisos y cambios legislativos, el país todavía enfrenta desafíos significativos en este ámbito. La persistencia de la corrupción sistémica, la interferencia política en el sistema judicial, y los problemas económicos y sociales, destacan la necesidad de una acción más efectiva y sostenida para abordar estos issues.