Forever 21: Impacto de su segunda quiebra en la moda
La Caída de un Icono de la Moda Rápida
Forever 21, una de las marcas más reconocidas en el sector de la moda rápida, ha anunciado su segunda quiebra en apenas seis años, lo que marca un hito significativo en la declinación de esta icónica cadena minorista. La decisión de declararse en quiebra bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en un tribunal de Delaware, Estados Unidos, refleja los profundos desafíos que la empresa ha enfrentado en un mercado cada vez más dominado por el comercio electrónico y las tendencias globales.
La competencia feroz de gigantes del comercio electrónico como Shein y Temu ha sido un factor crucial en la caída de Forever 21. Estas empresas chinas han capitalizado el auge del comercio en línea, especialmente durante la pandemia de COVID-19, cuando las compras en línea se dispararon. Shein y Temu han logrado dominar el mercado global con precios ultra bajos y una logística eficiente, lo que ha sido difícil de igualar para Forever 21, cuyo modelo de negocio tradicionalmente se centraba en tiendas físicas[2][3][4].
Razones Detrás de la Quiebra
Several factores han contribuido a la declinación de Forever 21:
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Competencia del Comercio Electrónico: La incapacidad de la empresa para adaptarse con la misma agilidad a las tendencias del comercio en línea ha sido un golpe significativo. Shein y Temu han aprovechado el régimen ‘de minimis’, una disposición comercial que permite a minoristas de bajo costo evitar el pago de aranceles o ciertos impuestos en los envíos, lo que ha facilitado su crecimiento en el mercado estadounidense[1][3][4].
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Aumento de Costos: Los aranceles impuestos por la administración Trump a las importaciones chinas aumentaron los costos de Forever 21, afectando su capacidad para mantener precios competitivos. Este escenario ha sido particularmente desafiante para un negocio que depende de la producción en masa de prendas de bajo costo[2][3].
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Cambios en las Preferencias de los Consumidores: La creciente conciencia sobre la sostenibilidad y las prácticas responsables en la industria de la moda ha llevado a los consumidores, especialmente los más jóvenes, a optar por marcas que ofrecen transparencia y prácticas éticas. Forever 21 no logró reinventarse para responder a estas demandas, lo que ha afectado su popularidad[2][5].
- Impacto Ambiental: El modelo de negocio de Forever 21, basado en la producción masiva de ropa barata y desechable, ha sido objeto de críticas por su impacto ambiental. La producción intensiva de ropa rápida conlleva un uso significativo de recursos naturales y la generación de grandes cantidades de residuos, lo que contribuye a la contaminación ambiental y a la acumulación de desechos textiles en los vertederos[5].
Consecuencias de la Quiebra
La decisión de Forever 21 de declararse en quiebra tiene varias consecuencias importantes:
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Cierre de Tiendas en Estados Unidos: La empresa procederá con una liquidación ordenada de sus actividades en Estados Unidos, lo que resultará en el cierre de todas sus tiendas en el país. Actualmente, Forever 21 cuenta con aproximadamente 350 tiendas en EE.UU.[3][4].
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Mantenimiento de Operaciones Internacionales: A pesar de la quiebra en Estados Unidos, se espera que las tiendas internacionales de Forever 21, incluyendo las de Latinoamérica, continúen operando sin cambios. El sitio web de la empresa también seguirá funcionando, y su propiedad intelectual no está a la venta[1][2].
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Búsqueda de Compradores: Forever 21 ha contactado a más de 200 posibles compradores en los últimos meses, aunque no ha logrado concretar ningún acuerdo. La empresa mantiene la posibilidad de ser adquirida por otra compañía y vender algunos o todos sus activos para seguir operando[1].
- Impacto en el Mercado Laboral: La quiebra afectará a los empleados de las tiendas que serán cerradas, sumándose a la lista de retailers tradicionales que no lograron adaptarse a la nueva era del fast fashion digital[3][4].
El Legado y el Futuro
Forever 21 fue fundada en 1984 en Los Ángeles por inmigrantes surcoreanos y disfrutó de su pleno apogeo en 2016, operando alrededor de 800 tiendas en todo el mundo, con 500 de ellas en Estados Unidos. La marca se convirtió en un símbolo de la moda asequible y accesible para adolescentes y jóvenes adultos. Sin embargo, su incapacidad para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado ha llevado a su declive[2].
En 2019, la empresa ya había enfrentado una primera bancarrota, que resultó en el cierre de 200 tiendas y su adquisición por un consorcio liderado por Simon Property Group, Brookfield Properties y Authentic Brands Group por 81 millones de dólares. A pesar de estos esfuerzos, la marca no logró recuperar su antiguo esplendor[2][3].
El futuro de Forever 21 en Estados Unidos es incierto, y solo el tiempo dirá si la marca logra sobrevivir en un mercado dominado por el comercio digital y la moda rápida. La marca y su propiedad intelectual podrían seguir existiendo de otra forma, pero la era de Forever 21 como una potencia en las tiendas físicas parece haber llegado a su fin[1][4].