La CICIH podría no llegar si se reeligen diputados
La implementación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), un proyecto crucial en la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país, enfrenta nuevos desafíos que podrían retrasar o incluso impedir su establecimiento si los mismos diputados son reeligitos. Este escenario se vuelve particularmente preocupante dado el histórico de obstáculos y manipulaciones políticas que han caracterizado el proceso.
Obstáculos Políticos y Legales
La creación de la CICIH es una de las promesas más emblemáticas de la Presidenta Xiomara Castro, quien asumió el poder el 27 de enero de 2022. Sin embargo, desde su anuncio, el proceso ha sido marcado por constantes retrasos y negociaciones prolongadas. El memorándum de entendimiento entre Honduras y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la instalación de la CICIH fue firmado el 15 de diciembre de 2022, pero ha sido extendido varias veces, con la última prórroga hasta junio de 2025[1][3].
El Canciller Enrique Reina ha expresado optimismo en culminar las negociaciones antes de esta fecha, pero los desafíos políticos internos son significativos. La anterior administración, liderada por Juan Orlando Hernández, quien fue condenado por delitos de narcotráfico en Estados Unidos, politizó la lucha contra la corrupción y debilitó a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), el organismo antecesor de la CICIH. La MACCIH fue eventualmente eliminada del país después de que comenzó a investigar casos de corrupción de alto nivel[1].
Impacto de la Reelección de Diputados
Un experto en el tema ha señalado que si se reeligen los mismos diputados, la implementación de la CICIH podría verse severamente comprometida. Esto se debe a que muchos de los actuales diputados han sido partidarios de políticas y decisiones que han obstaculizado la lucha contra la corrupción en el pasado.
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Historia de Manipulación: La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Honduras permitió la reelección presidencial en 2015, a pesar de que la Constitución la prohibía. Esta decisión fue criticada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que afirmó que la reelección presidencial indefinida no es un derecho humano y es contraria a los principios democráticos[2][4].
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Obstáculos Legislativos: Los diputados actuales han sido renuentes a aprobar las leyes y reformas necesarias para el establecimiento de la CICIH. El sector privado hondureño ha urgido al Parlamento a aprobar leyes clave y derogar pactos de impunidad que impiden combatir la corrupción, pero estos esfuerzos han sido lentos y enfrentan resistencia[5].
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Negociaciones con la ONU: Las negociaciones entre el Gobierno hondureño y la ONU para el establecimiento de la CICIH han sido complejas. La ONU ha desplegado varios grupos de expertos en Honduras para ayudar en las reformas constitucionales, legales y administrativas necesarias, pero el proceso ha sido lento y requiere un acuerdo bilateral y un convenio por escrito sobre las garantías legales mínimas[3].
Consecuencias de la Inacción
Si la CICIH no se establece debido a la reelección de diputados que han obstaculizado la lucha contra la corrupción, las consecuencias podrían ser graves:
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Continuación de la Impunidad: La impunidad seguiría siendo un problema significativo en Honduras, permitiendo que los actos de corrupción y los delitos graves queden sin castigo.
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Erosión de la Confianza Institucional: La falta de progreso en la lucha contra la corrupción erosionaría aún más la confianza de la población en las instituciones del Estado.
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Impacto en la Inversión y el Desarrollo: La percepción de corrupción y la falta de transparencia pueden disuadir a los inversores y afectar negativamente el desarrollo económico del país.
- Compromiso de la Estabilidad Democrática: La manipulación política y la falta de alternabilidad en el poder pueden comprometer la estabilidad democrática y el estado de derecho en Honduras.
En resumen, la implementación de la CICIH es crucial para el futuro de Honduras, y la reelección de diputados que han obstaculizado este proceso podría tener consecuencias devastadoras para la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país. Es esencial que se tomen medidas para asegurar que las negociaciones avancen y que se establezcan las reformas necesarias para el funcionamiento de la comisión.