“Más de 360,000 Migrantes Irregulares Llegan a Honduras en 2024”

Más de 360,000 Migrantes Irregulares Llegan a Honduras en 2024

En el transcurso del año 2024, Honduras ha enfrentado un incremento significativo en el flujo de migrantes irregulares, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Migración (INM). Esta tendencia refleja una compleja dinámica migratoria que afecta no solo a Honduras, sino a toda la región centroamericana y más allá.

Cifras y Tendencias

Entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2024, un total de 201,024 migrantes habían entrado a Honduras, lo que representa un aumento de 100,977 migrantes en comparación con el mismo período del año 2023[1][3].

Este aumento es parte de una tendencia más amplia. En los primeros cuatro meses de 2024, se registraron 173,748 migrantes irregulares, más del doble de los ingresos reportados en el mismo período de 2023, cuando ingresaron 83,040 personas de forma irregular[3].

A nivel anual, el año 2023 cerró con 545,043 registros de extranjeros en tránsito por Honduras, siendo el mayor flujo registrado en la última década. Esta cifra establece un precedente para el continuo aumento observado en 2024[5].

Orígenes y Rutas Migratorias

Los migrantes que ingresan a Honduras proceden principalmente de América del Sur, África y el Caribe. Muchos de estos migrantes utilizan Honduras como un punto de tránsito en su camino hacia Guatemala, México, y eventualmente, Estados Unidos[3].

La selva del Darién en Panamá ha sido una de las rutas más importantes para la migración irregular, con más de 520,000 personas cruzando por esta región en 2023, incluyendo 113,000 niñas, niños y adolescentes. Esta ruta sigue siendo crítica en 2024, con un promedio de 1,436 migrantes por día ingresando por la frontera Las Manos en Honduras[3].

Factores que Impulsan la Migración

La migración irregular en Honduras y la región centroamericana está impulsada por una variedad de factores estructurales y coyunturales. Algunos de los principales motivadores incluyen:

  • Pobreza y Desigualdad: La pobreza generalizada, especialmente en el sector rural y urbano, ha sido un factor permanente. En 2021, aproximadamente el 73.6% de los hogares hondureños vivían en condición de pobreza, con el 53.7% en pobreza extrema[2].
  • Desempleo: El desempleo es otro factor significativo, con un 8.7% de la fuerza laboral sin empleo, lo que suma más de 350,000 personas desempleadas. La subocupación es también un problema grave, con el 68.2% de los ocupados laborando bajo condiciones de insuficiencia de tiempo o ingresos[2].
  • Violencia y Inseguridad: La violencia, la corrupción y la inseguridad humana son factores que empujan a las personas a buscar mejores condiciones de vida fuera de su país[2].
  • Catástrofes Naturales y Emergencias Sanitarias: Eventos como la crisis sanitaria de la Covid-19 han exacerbado los problemas económicos y laborales, aumentando los niveles de migración[2].

Respuestas Regionales y Globales

Ante este escenario, varios países y organismos internacionales están implementando medidas para abordar la migración irregular:

  • Estados Unidos: Ha aprobado leyes para frenar el ingreso de migrantes irregulares, especialmente en estados como Florida, Texas y Alabama. Además, Estados Unidos y México están trabajando juntos para implementar acciones inmediatas relacionadas con los cruces fronterizos ilegales y abordar las causas fundamentales de la migración[3].
  • Colombia: Está procesando la regularización de más de 600,000 migrantes, principalmente provenientes de Venezuela, permitiéndoles permanecer y trabajar legalmente en el país[3].
  • Panamá: Se ha propuesto cerrar el tapón del Darién para los migrantes sudamericanos por razones de seguridad, aunque esto plantea desafíos significativos en términos de derechos humanos y logística[3].

Desafíos y Riesgos

La migración irregular no solo presenta desafíos para los países de tránsito y destino, sino también para los migrantes mismos. Estos enfrentan riesgos como robos, violencia, abusos, secuestros, deportación, torturas e incluso la muerte durante su viaje[2].

Además, la migración en masa puede tener efectos negativos en la economía y la sociedad de los países de origen. Por ejemplo, el flujo constante de retornados puede engrosar las filas del desempleo, generar desintegración familiar y aumentar el número de jóvenes que no estudian ni trabajan[2].

Políticas Públicas y Soluciones

Para abordar la migración irregular de manera efectiva, es crucial diseñar e implementar políticas públicas orientadas a generar oportunidades laborales, crear puestos de trabajo y mejorar los existentes. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Fortalecer las Estrategias Gubernamentales: Armonizar la normativa legal, como la Ley de Protección de las personas migrantes y Sus Familias, para asegurar una inclusión económica y social efectiva[4].
  • Abordar Factores Estructurales: Tratar los bajos niveles de productividad, la baja inclusión económica y la inseguridad humana para mitigar la migración[4].
  • Colaboración Internacional: Alinear las estrategias de los países involucrados para promover el crecimiento, la inclusión, el estado de derecho y mitigar la migración en masa[4].

Estas medidas son esenciales para reducir los flujos migratorios irregulares y mejorar las condiciones de vida de las personas en sus países de origen, evitando así los riesgos y desafíos asociados con la migración irregular.

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