Hallan ‘lápiz-arma’: Suspenden visitas a reos en cárcel de Támara
En un nuevo esfuerzo por fortalecer la seguridad y el orden dentro de los centros penitenciarios de Honduras, las autoridades han impuesto severas sanciones después de descubrir un lápiz modificado para funcionar como un arma de fuego calibre 22 en uno de los módulos de máxima seguridad.
Descubrimiento y Sanciones
El presidente de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), coronel Ramiro Muñoz, anunció que el módulo de Máxima Seguridad de la Penitenciaría Nacional ha sido sometido a una suspensión indefinida de visitas hasta nueva orden. Este drástico medida se tomó después de que se encontrara un lápiz convertido en un arma de fuego calibre 22, lo que evidencia el incumplimiento de las normas de seguridad por parte de los reclusos.
Además, en otros módulos como Casa Blanca y la cárcel de Trujillo, se han impuesto sanciones por 30 días debido a incidentes similares. En Casa Blanca, un recluso intentó que una mujer introdujera drogas en sus partes íntimas, mientras que en Trujillo, una persona intentó ingresar dinero durante una comida, acciones que violan las reglas establecidas para el buen funcionamiento de los centros penitenciarios[1][3].
Motivos Detrás de las Sanciones
El coronel Muñoz enfatizó que estas medidas son necesarias para prevenir que los reclusos continúen utilizando a sus familiares y visitantes para introducir drogas y otros objetos prohibidos dentro de las cárceles. “No vamos a permitir que los privados de libertad sigan utilizando a sus hermanas, madres, esposas para ingresar droga”, destacó.
La presencia de armas artesanales, como el lápiz-arma, es particularmente preocupante, ya que indica un nivel de ingenio y desafío a la autoridad que no puede ser ignorado. “Para qué quieren armas en las cárceles”, preguntó el coronel, subrayando la necesidad de mantener un ambiente seguro y controlado dentro de los centros penitenciarios[1].
Medidas de Seguridad y Rehabilitación
Las autoridades están trabajando arduamente para mejorar la seguridad y la rehabilitación de los reclusos. Se están implementando various programas y convenios con universidades para brindar educación y capacitación a los privados de libertad, con el objetivo de prepararlos para su reinsertión en la sociedad.
- Capacitación y Educación: Se están llevando a cabo talleres y programas educativos en todos los módulos de las cárceles para rehabilitar a los reclusos y prepararlos para una vida productiva fuera de la cárcel.
- Convenios con Universidades: Se han establecido convenios con universidades para que los reclusos puedan graduarse y obtener una profesión, lo que les dará mejores oportunidades al ser liberados.
- Verificación de Acciones: Se están verificando las acciones en cada módulo para asegurar que se cumplan las normas y se mantenga un ambiente seguro y de respeto a la ley[1].
Objetivos a Largo Plazo
El objetivo principal de estas medidas es erradicar el hacinamiento y la inseguridad dentro de las cárceles hondureñas. El coronel Muñoz aseguró que “el objetivo es que ya no haya hacinamiento en las cárceles del país”, lo que implica un esfuerzo integral para mejorar las condiciones de vida y la seguridad de los reclusos y el personal penitenciario.
La invitación a la prensa para constatar que “las fiestas se terminaron en las cárceles del país” refleja la determinación de las autoridades de restaurar el orden y la disciplina en estos centros, asegurando un futuro más seguro y rehabilitador para todos los involucrados[1].