“Amnistía: Candidatos presidenciales deben priorizar derechos humanos”

Amnistía: Candidatos presidenciales deben priorizar derechos humanos

En el marco de las elecciones presidenciales en Honduras, Amnistía Internacional ha emitido un llamado urgente a los candidatos presidenciales para que prioricen los derechos humanos en sus plataformas y políticas. Este pedido se hace en un contexto donde Honduras enfrenta numerosos desafíos relacionados con la violencia, la corrupción y la falta de acceso a justicia.

Desafíos y Realidades en Honduras

Honduras se encuentra en una situación crítica en términos de derechos humanos. La violencia y la criminalidad son problemas latentes, con un registro de 174 homicidios solo en enero de 2025, según el Sistema Estadístico en Línea de la Policía Nacional (SEPOL)[1].

La pobreza y el desempleo también son cuestiones significativas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 64.1% de la población hondureña vive en pobreza general, y un alarmante 41.5% en pobreza extrema. Además, más de 2.3 millones de hondureños enfrentan problemas de acceso al empleo, con 7 de cada 10 trabajadores laborando en la informalidad, lo que implica una falta de estabilidad en sus ingresos y acceso a prestaciones laborales y seguro social[1].

Propuestas de los Candidatos

Los candidatos presidenciales han presentado varias propuestas para abordar estos desafíos, aunque es crucial que estas se alineen con los principios de los derechos humanos.

  • Fortalecimiento de la Policía Nacional: Los precandidatos del Partido Nacional, como Ana García de Hernández y Jorge Zelaya, han propuesto el fortalecimiento de la Policía Nacional, incluyendo un aumento en el presupuesto y una reestructuración y depuración de la institución. García de Hernández también sugirió georreferenciar el delito de la extorsión, que causa una pérdida significativa en la economía hondureña[1].

  • Empleo y Educación: Roberto Martínez, otro precandidato del Partido Nacional, propone invertir en educación, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para mejorar las oportunidades de empleo. También sugiere implementar esquemas de trabajo remoto y financiamiento a 0% de interés para las pequeñas y medianas empresas[1].

  • Pobreza y Programas Sociales: Maribel Espinoza, del Partido Liberal, y Ana García de Hernández, del Partido Nacional, han abordado la pobreza extrema. Espinoza propone fortalecer el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) para capacitar en el desarrollo de tecnología, mientras que García de Hernández sugiere reinstaurar los programas sociales de Vida Mejor, implementados durante el gobierno de su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández[1].

Violencia de Género y Derechos de las Mujeres

La violencia de género es un tema crítico en Honduras. Según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), una mujer muere de manera violenta cada 23 horas en el país. Los candidatos han presentado algunas propuestas para abordar este problema:

  • Medidas Contra los Femicidios: Roberto Martínez ha prometido endurecer las penas por femicidios y fortalecer la aplicación de justicia contra crímenes contra las mujeres. Maribel Espinoza propone la creación de un Centro Especializado en la Atención a la Mujer para brindar apoyo permanente a las víctimas de violencia[1].

  • Representación Femenina: Por primera vez, los tres principales partidos políticos de Honduras presentan mujeres como precandidatas presidenciales. Maribel Espinoza, Ana García de Hernández y otras mujeres están liderando campañas que buscan no solo la representación femenina sino también cambios significativos en la política y la sociedad hondureña[2].

Influencia de la Religión y la Corrupción

La influencia de la religión y la corrupción también son factores importantes en las elecciones.

  • Influencia Religiosa: Salvador Nasralla, del Partido Liberal, ha incorporado una narrativa religiosa en su campaña, comprometiéndose a tener un consejo de pastores en su gobierno si es elegido. Sin embargo, su postura en contra de la “ideología de género” y su oposición al aborto y al matrimonio entre parejas del mismo sexo han generado debate[3].

  • Corrupción y Transparencia: La corrupción es un tema sensible en Honduras, especialmente después de los escándalos que involucraron al expresidente Juan Orlando Hernández y su hermano Antonio “Tony” Hernández. Maribel Espinoza ha destacado por ser la única precandidata en presentar públicamente las fuentes de sus ingresos, un gesto que busca transparentar su campaña y combatir la corrupción[2].

Exigencias de Amnistía Internacional

Amnistía Internacional ha enfatizado la necesidad de que los candidatos presidenciales prioricen los derechos humanos en sus agendas. Algunas de las exigencias clave incluyen:

  • Protección de los Derechos Humanos: Garantizar la protección de los derechos humanos, especialmente en un contexto de alta violencia y criminalidad.
  • Acceso a la Justicia: Asegurar el acceso a la justicia para todas las personas, sin discriminación, y fortalecer las instituciones judiciales para que puedan actuar de manera independiente y eficaz.
  • Erradicación de la Violencia de Género: Implementar medidas efectivas para erradicar la violencia de género y proteger los derechos de las mujeres.
  • Transparencia y Rendición de Cuentas: Promover la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública, combatiendo la corrupción y asegurando que los funcionarios públicos sean responsables de sus actos.

En resumen, los candidatos presidenciales en Honduras deben asumir el compromiso de priorizar los derechos humanos, abordar los desafíos críticos del país y garantizar que sus políticas y acciones estén alineadas con los principios de justicia, igualdad y dignidad humana.

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