Necesidades de Migrantes en Tránsito por Honduras: Estudio Revelador
Datos y Tendencias Actuales de la Migración
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha presentado un estudio sociodemográfico detallado sobre las necesidades de las personas migrantes en tránsito por Honduras. Este estudio, parte de la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM), proporciona una visión comprehensiva de las dinámicas migratorias y las necesidades urgentes de esta población.
Entre el 1 de enero y el 5 de diciembre de 2024, un total de 360,868 personas ingresaron a Honduras de manera irregular, lo que representa una disminución del 29% en comparación con las 510,392 personas reportadas durante el mismo período en 2023[1].
Origen y Perfil de los Migrantes
Los migrantes en tránsito por Honduras provienen de una variedad de países. De cada 100 personas que han ingresado de forma irregular al país en 2024, 48 son de origen venezolano, 17 de origen cubano, 6 de origen ecuatoriano y 6 de origen haitiano. Los porcentajes restantes corresponden a otros países de Sudamérica, África y Asia[1].
Un aspecto importante es el perfil demográfico de estos migrantes. Un estudio anterior realizado por la OIM entre noviembre de 2022 y marzo de 2023 reveló que el 76% de los migrantes en tránsito tienen edades entre 28 y 37 años, y la mitad de ellos eran jefes o jefas de hogar antes de emprender su ruta migratoria. Además, el 60% de las personas encuestadas poseen estudios secundarios, mientras que un 16% ha obtenido un título universitario[3].
Principales Necesidades y Desafíos
Las personas migrantes en tránsito por Honduras enfrentan una serie de necesidades y desafíos críticos. Algunas de las principales necesidades identificadas incluyen:
- Acceso a alimentos y servicios básicos: Los migrantes necesitan acceso a alimentos, agua potable y servicios sanitarios básicos para sobrevivir durante su tránsito[3].
- Lugar de descanso: Un lugar seguro y adecuado para descansar es esencial para los migrantes, quienes a menudo viajan durante largas distancias y enfrentan condiciones adversas[3].
- Empleo y medios de vida: La generación de medios de vida a través del empleo es una necesidad crucial para muchos migrantes, quienes buscan oportunidades laborales para sostener a sus familias[3].
Factores de Riesgo y Vulnerabilidad
Los migrantes en tránsito por Honduras enfrentan varios factores de riesgo y vulnerabilidad. La inseguridad es el principal factor de riesgo, mencionado por el 63% de las personas entrevistadas. Otros desafíos incluyen la poca accesibilidad del terreno, la delincuencia internacional, la violencia y los efectos del clima[3][4].
Además, un 35% de las personas migrantes en tránsito, o alguien de su núcleo familiar, ya se había visto forzado a cambiar su lugar de residencia habitual dentro de su mismo país de origen en los cinco años previos a su ruta migratoria actual. Esto indica un patrón de desplazamiento continuo y la necesidad de respuestas humanitarias sostenidas[3].
Respuestas Humanitarias y Políticas
La OIM, en colaboración con el Gobierno de Corea y la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, ha implementado varias medidas para abordar las necesidades de los migrantes. Estas incluyen:
- Readecuación de infraestructura: La readecuación y equipamiento de seis alojamientos temporales para migrantes[3].
- Fortalecimiento de capacidades: El fortalecimiento de capacidades en planificación, coordinación y gestión de albergues para actores humanitarios[3].
- Entrega de insumos: La entrega directa de insumos de primera necesidad a las personas migrantes en tránsito[3].
Implementación de Políticas Migratorias
Honduras ha venido evolucionando en la implementación de medidas políticas e institucionales para abordar la situación migratoria con una perspectiva de derechos humanos. Estudios como el realizado por el CENISS y la OIM apuntan a fortalecer las estrategias y capacidades gubernamentales en materia de migración laboral y migración en general. Estos estudios ofrecen recomendaciones generales y específicas para las intervenciones públicas y la existencia de políticas y normas para la migración[2].
La colaboración entre organismos internacionales, el gobierno hondureño y organizaciones no gubernamentales es crucial para abordar el fenómeno migratorio de manera efectiva y humanitaria. Al entender mejor las necesidades y desafíos de los migrantes, se pueden desarrollar políticas y programas más adecuados para apoyar a esta población vulnerable.