Yolanda Montes ‘Tongolele’: Legado del cine dorado mexicano
Yolanda Yvvone Montes Farrington, conocida mundialmente como Tongolele, falleció el 16 de febrero de 2025 a los 93 años de edad en Puebla, México. Esta icónica bailarina exótica, actriz y vedette mexicano-estadounidense dejó un legado indelible en la historia del cine y la cultura mexicana, especialmente durante la Época de Oro del cine mexicano.
Primeros Años y Carrera
Nacida el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, Tongolele era hija de Elmer Sven Montes, un mexicano, y Edna Pearl Farrington, una estadounidense. Desde muy joven, mostró una pasión innata por la danza, lo que la llevó a trabajar como bailarina exótica en el Ballet Internacional de San Francisco y en teatros de California, formando parte de una revista tahitiana.
En 1947, a los 15 años, emigró a México y se estableció en la Ciudad de México. Fue aquí donde su carrera despegó después de ser contratada por el empresario Américo Mancini, quien la ayudó a debutar con el nombre artístico de Tongolele en el cabaret Tívoli. Rápidamente se convirtió en una de las artistas favoritas en los centros nocturnos de la ciudad.
La Reina de las Danzas Tahitianas
Tongolele se posicionó como una figura central en el nacimiento de las “Exóticas”, un grupo de vedettes que gozaron de gran renombre entre los años 40 y 50. Su popularidad la llevó a ser nombrada “la Reina de las Danzas Tahitianas” y “la Diosa Pantera”, debido a sus llamativos ojos azules y un característico mechón blanco en su cabellera. Su belleza física y su talento en la danza la convirtieron en un símbolo sexual de su época, atrayendo especialmente al sector masculino.
Incursión en el Cine
La fama de Tongolele no se limitó a los escenarios nocturnos; también abarcó la gran pantalla. En 1948, debutó en el cine con las películas La mujer del otro, Nocturno de amor, y Han matado a Tongolele, todas estrenadas durante la Época de Oro del cine mexicano. A lo largo de su carrera cinematográfica, participó en numerosas cintas, incluyendo El rey del barrio (1949), Mátenme porque me muero (1951), Si…mi vida (1951), y Música de siempre (1956).
Vida Personal y Carrera Posterior
En 1956, se casó con el cubano Joaquín González, con quien tuvo dos hijos, los gemelos Ricardo y Rubén González Montes. Después de una pausa en su carrera, regresó al cine y la televisión en varias ocasiones, destacando su participación en el filme de terror Las mujeres panteras y la coproducción mexicano-estadounidense Snake People (1971), donde interpretó a Kalea, una bailarina con serpientes.
En la década de 1970, con el auge de la vida nocturna en la Ciudad de México y el boom de las vedettes, Tongolele retomó su carrera en centros nocturnos y cine, además de aparecer en programas de televisión. Debutó en telenovelas en 1984 con una actuación especial en La pasión de Isabela y más tarde participó en la telenovela Salomé (2001-2002).
Enfermedad y Retiro
Desde 2010, Tongolele comenzó a presentar síntomas de demencia senil, que más tarde se diagnosticó como alzheimer. A pesar de su retiro de la vida pública en 2015, continuó practicando sus antiguas rutinas de danza tahitiana como terapia para ralentizar los efectos de la enfermedad. Esta práctica se llevaba a cabo en su propio estudio de danza, ubicado en una mansión de su propiedad en el estado de Puebla.
Legado
Tongolele dejó un legado duradero en la cultura mexicana y en el cine. Fue una de las pocas “artistas Exóticas” en tener una carrera cinematográfica considerable y su influencia en la danza y el entretenimiento es inigualable. Su participación en la Época de Oro del cine mexicano la convirtió en una figura icónica, contribuyendo a la construcción de una identidad nacional y popular a través de su trabajo.
Filmografía Selecta
- 1948: La mujer del otro, Nocturno de amor, Han matado a Tongolele
- 1949: El rey del barrio
- 1951: Mátenme porque me muero, Si…mi vida
- 1956: Música de siempre
- 1971: Snake People
- 1984: La pasión de Isabela (telenovela)
- 2001-2002: Salomé (telenovela)
- 2012: El fantástico mundo de Juan Orol
Tongolele recibió el premio Lunas del Auditorio a “Una vida en el escenario” en 2010, un reconocimiento a su dedicación y contribución al mundo del entretenimiento.
Con su fallecimiento, México y el mundo del cine pierden a una leyenda, pero su legado continúa vivo a través de sus numerosas actuaciones y su impacto en la cultura popular.