Trump llama ‘monstruos’ a deportados en apoyo a Bukele
En un desarrollo reciente y controvertido, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha generado polémica al calificar a los recientemente deportados miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua como “monstruos”. Este comentario se produjo después de que más de 230 presuntos miembros de esta banda fueron deportados de Estados Unidos a El Salvador, pese a una orden judicial que intentaba detener estas deportaciones.
Deportaciones y Reacciones
La deportación de estos individuos se llevó a cabo bajo la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma de tiempos de guerra que Trump utilizó para declarar que el Tren de Aragua “invadió” a Estados Unidos, justificando así la “aprehensión, detención y expulsión inmediatas” de sus supuestos miembros. Sin embargo, un juez federal en Washington D.C., James E. Boasberg, emitió una orden judicial el sábado 16 de marzo para bloquear temporalmente el uso de esta ley, argumentando que se refiere a “actos hostiles” equivalentes a una guerra y no a la situación actual[3][5].
A pesar de esta orden judicial, los aviones con los deportados ya habían despegado, lo que llevó al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a responder burlonamente en las redes sociales: “Ups… demasiado tarde”. Bukele confirmó que 238 presuntos miembros del Tren de Aragua habían llegado a El Salvador y fueron trasladados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel con capacidad para 40,000 reclusos, donde permanecerán por un período de un año que podría renovarse[3][5].
Acuerdo Bilateral y Financiamiento
El gobierno de Trump ha acordado pagar a El Salvador seis millones de dólares para encarcelar a estos presuntos miembros de la banda durante un año. Este acuerdo forma parte de un pacto bilateral que fortalece los lazos diplomáticos entre ambos países. Bukele mencionó que “Estados Unidos pagará una tarifa muy baja por ellos, pero alta para nosotros”, sugiriendo que este acuerdo también ayudaría a financiar el masivo complejo carcelario Cecot[3][5].
El Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, confirmó la llegada de los presuntos miembros de la banda y agradeció a Bukele, calificándolo como “el líder de seguridad más fuerte de nuestra región”. Rubio describió el pacto como un trato de “tercer país seguro” para deportar a ciudadanos que hayan violado las leyes de inmigración estadounidenses, incluyendo a migrantes de otros países que no cuenten con la nacionalidad salvadoreña[5].
Contexto y Antecedentes
El Tren de Aragua se originó en una prisión de Venezuela y acompañó a un éxodo de millones de venezolanos en busca de mejores condiciones de vida tras el hundimiento de la economía de su nación en la última década. Trump y sus aliados han convertido a esta pandilla en el rostro de la supuesta amenaza que suponen los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos. En enero, Trump firmó una orden ejecutiva que declaraba a Tren de Aragua y MS-13 como organizaciones terroristas extranjeras[3].
Las autoridades de varios países han informado de detenciones de miembros del Tren de Aragua, incluso cuando el gobierno de Venezuela afirma haber eliminado la organización criminal. El gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela ha rechazado el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar a presuntos miembros de bandas, alegando que viola los derechos de los migrantes[3].
Procedimientos y Críticas
La deportación de estos individuos ha sido criticada por varios sectores, ya que se argumenta que muchos de ellos fueron etiquetados como miembros de la banda sin evidencia ni verificación adecuada. Los abogados de algunos venezolanos han afirmado que sus clientes fueron clasificados como miembros del Tren de Aragua con afirmaciones sin evidencia ni verificación[3].
El gobierno de Bukele ha sido conocido por su ofensiva contra la violencia de las pandillas en El Salvador, habiendo arrestado a más de 84,000 personas desde 2022, a veces sin el debido proceso. Esta medida forma parte de la larga cruzada de Trump contra la inmigración ilegal en los EE.UU., quien durante su campaña electoral prometió llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia del país[3][5].
En resumen, los puntos clave de esta situación son:
- Deportación de presuntos miembros del Tren de Aragua: Más de 230 individuos fueron deportados de Estados Unidos a El Salvador.
- Uso de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798: Trump invocó esta ley para justificar las deportaciones, pese a una orden judicial que intentaba detenerlas.
- Acuerdo bilateral y financiamiento: Estados Unidos pagará seis millones de dólares a El Salvador para encarcelar a estos individuos.
- Reacciones y críticas: La medida ha sido criticada por violar los derechos de los migrantes y por la falta de evidencia en la identificación de los miembros de la banda.
- Contexto y antecedentes: El Tren de Aragua es visto como una amenaza por el gobierno de Trump, y su deportación forma parte de una mayor estrategia contra la inmigración ilegal.