“Hijo de Ortega y Murillo supervisará inversión extranjera en Nicaragua”

Hijo de Ortega y Murillo supervisará inversión extranjera en Nicaragua

En un movimiento que refleja la creciente influencia de la familia Ortega-Murillo en la gestión económica de Nicaragua, el hijo del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, Laureano Ortega, ha sido designado para supervisar y promover las inversiones extranjeras en el país.

Rol de Laureano Ortega en la Inversión Extranjera

Laureano Ortega, de 42 años, actúa como Asesor Presidencial en Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional. Este cargo le otorga una significativa autoridad para revisar y aprobar cualquier inversión extranjera directa en Nicaragua. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, “la promoción de inversiones y exportaciones en Nicaragua está altamente politizada y administrada por Laureano Ortega, quien se desempeña como Asesor Presidencial”[1].

Laureano Ortega ha sido facultado por su padre, el presidente Daniel Ortega, para firmar acuerdos importantes con países como China. Recientemente, se le otorgaron “plenos poderes” para suscribir convenios con China, incluyendo un memorándum de entendimiento para la planificación de la cooperación entre ambos países durante el periodo 2025-2027[3].

Riesgos y Desafíos para los Inversionistas

A pesar de la atracción que Nicaragua puede ofrecer a los inversionistas debido a su ubicación estratégica, bajos costos laborales y reformas favorables para los negocios, el clima de inversión en el país es sumamente impredecible y riesgoso. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido una alerta a los inversionistas extranjeros, advirtiendo que “bajo el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, Nicaragua continúa suspendiendo derechos civiles garantizados constitucionalmente, deteniendo prisioneros políticos, confiscando propiedad privada y haciendo caso omiso del estado de derecho”[1].

Además, el régimen ha incrementado su represión contra el sector privado nicaragüense, revocando el registro legal y expropiando los activos de 19 de las principales cámaras empresariales del país en 2023. Las empresas también enfrentan multas arbitrarias y inspecciones aduaneras que perjudican a aquellos que utilizan o venden productos importados[1].

Conexiones Personales y Aprobación Presidencial

Para los extranjeros que invierten en Nicaragua, las conexiones personales con personas privilegiadas del régimen son fundamentales. Todas las acciones de inversión están sujetas a la aprobación de facto de la Presidencia, lo que significa que Laureano Ortega juega un papel crucial en la aprobación o rechazo de estas inversiones[1].

Inversión Extranjera Directa en Nicaragua

A pesar de los desafíos, Nicaragua ha logrado atraer una significativa cantidad de inversión extranjera directa (IED). En los primeros nueve meses de 2024, el país captó 2.235,7 millones de dólares en IED, un 13,4% más que en el mismo período de 2023. Panamá es el principal inversor en Nicaragua, seguido por Estados Unidos, España, Costa Rica, México, Colombia y Países Bajos[4].

Nicaragua se ha convertido en un destino líder para la IED en América Central, gracias a su ubicación estratégica y bajos costos laborales. El país alcanzó un total de 2.535 millones de dólares en IED en 2023, representando el 21,4% de la IED total en la región[2].

Aumento Salarial y Competitividad Laboral

En un esfuerzo por mejorar la estabilidad laboral y aumentar la productividad, el Ministerio de Trabajo de Nicaragua anunció un aumento salarial del 7% para los trabajadores en las zonas francas a partir del 1 de enero de 2025. Este aumento eleva el salario mínimo mensual de C$8,746.46 a C$9,359.46, manteniendo a Nicaragua como altamente competitiva en costos laborales dentro de América Latina[2].

Cooperación con China

La relación entre Nicaragua y China ha sido una de las más significativas en términos de cooperación económica y política. Después de establecer relaciones diplomáticas con China en 2021, Nicaragua ha visto un aumento en la cooperación en áreas como la construcción de viviendas populares, proyectos de infraestructura vial, aeroportuaria, ferroviaria y energética. Laureano Ortega ha sido instrumental en estas negociaciones, actuando como un “canciller de facto” en las relaciones con China[3][5].

En resumen, la supervisión de Laureano Ortega sobre la inversión extranjera en Nicaragua refleja la consolidación del poder de la familia Ortega-Murillo en la economía del país. Aunque Nicaragua ofrece ventajas significativas para los inversionistas, el clima político y las prácticas arbitrarias del régimen presentan importantes desafíos que deben ser considerados cuidadosamente.

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