Honduras 2025: Inflación Moderada y Aumento en Precios de Alimentos
Evolución de la Inflación en Honduras
Honduras inició el año 2025 con una inflación moderada, aunque con algunos sectores que mostraron un aumento significativo en los precios. Según los datos proporcionados por el Banco Central de Honduras (BCH), la inflación interanual en enero de 2025 se situó en un 4,27%, lo que representa una disminución de 0,73 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior[2].
La inflación total en diciembre de 2024 cerró en un 3,88%, lo que es la cifra más baja para el cierre de año en los últimos ocho años. Este descenso se atribuye principalmente a la reducción en los precios de algunos alimentos y a las medidas de subsidio a los combustibles y la energía eléctrica implementadas por el gobierno, las cuales redujeron la inflación interanual en aproximadamente 0,50 puntos porcentuales[3].
Factores que Inciden en la Inflación
La variación mensual de la inflación en enero de 2025 estuvo impulsada principalmente por el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas. La oferta de algunos granos básicos se vio afectada por la tormenta tropical Sara, que golpeó al país a finales de 2024, lo que impactó directamente en los precios al consumidor final. Además, los precios de alimentos industrializados y los servicios como el alquiler de vivienda, educación, transporte, salud y alimentos consumidos fuera del hogar también contribuyeron al aumento interanual de la inflación subyacente, que se situó en un 5,05%[2].
Otros sectores que influyeron en la inflación incluyen el transporte, especialmente el transporte aéreo internacional y nacional, así como el pasaje de autobús fuera del país durante la temporada alta de fin de año. Los precios de vehículos, su mantenimiento y algunos combustibles también jugaron un papel significativo en el comportamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en diciembre de 2024[3].
Proyecciones y Riesgos
Las proyecciones del Programa Monetario 2024-2025 del BCH indican que la inflación se mantendría dentro del rango de tolerancia de mediano plazo establecido, que es del 4.0% ± 1.0 puntos porcentuales para ambos años. Sin embargo, existen riesgos provenientes de la volatilidad de los precios internacionales de los combustibles, alimentos y materias primas, así como de conflictos geopolíticos y condiciones meteorológicas desfavorables, que podrían condicionar la senda de la inflación[1].
Los analistas económicos proyectan que la inflación se situará en un 4.97% para diciembre de 2024 y en un 4.95% en diciembre de 2025, asociada con menores presiones inflacionarias externas y la implementación oportuna de medidas de política monetaria y fiscal. No obstante, señalan que los factores que tendrían mayor incidencia en la inflación para 2024 serían el alza de precios en los alimentos, ciertos bienes importados y combustibles, los cuales podrían generar un mayor impacto en las tarifas de la energía eléctrica[1].
Medidas de Política Monetaria y Fiscal
El BCH ha implementado varias medidas para controlar la inflación y mantener la estabilidad económica. Las medidas de subsidio a los combustibles y la energía eléctrica han sido cruciales en la reducción de la inflación interanual. Además, la Autoridad Monetaria seguirá analizando la coyuntura y perspectivas nacionales e internacionales, y de materializarse algún riesgo que afecte la senda de inflación prevista, continuará implementando medidas de política monetaria y cambiaria para mitigar estos efectos[1][2].
Desempeño de la Actividad Económica
A pesar del contexto internacional complejo y las condiciones climatológicas adversas, la economía hondureña ha mostrado resiliencia durante 2024. El crecimiento del PIB real se proyecta entre un 3.5% y un 4.5% para ambos años, y las exportaciones de bienes se esperan que crezcan un 6.3% en 2025, después de una disminución del -0.9% en 2024[1].
En resumen, Honduras enfrenta un escenario de inflación moderada pero con desafíos específicos en el sector de los alimentos y servicios. La implementación de medidas de política monetaria y fiscal, junto con la vigilancia constante de los riesgos económicos, será crucial para mantener la estabilidad económica en el país.
Regiones y Sectores Afectados
Todas las regiones del país registraron variaciones positivas en la inflación, principalmente influenciadas por el aumento de precios en alimentos, combustibles y productos para el cuidado e higiene personal. Los sectores de muebles y artículos para el hogar, prendas de vestir y calzado, recreación y cultura, reportaron un menor aporte a la inflación en enero de 2025[2].
En cuanto a la distribución de la inflación, los siguientes sectores tuvieron un impacto significativo:
- Alimentos y Bebidas: Afectados por la tormenta tropical Sara y la oferta reducida de granos básicos.
- Transporte: Incremento en el transporte aéreo internacional y nacional, así como en el pasaje de autobús.
- Combustibles y Energía Eléctrica: Aunque los subsidios redujeron la inflación, los precios de algunos combustibles y la tarifa de energía eléctrica siguieron siendo un factor inflacionario.
- Servicios: Aumento en los precios de servicios como alquiler de vivienda, educación, salud y alimentos consumidos fuera del hogar[2][3].
Estos sectores continuarán siendo monitoreados por el BCH para asegurar que la inflación se mantenga dentro de los parámetros establecidos y para tomar medidas correctivas si es necesario.